La primera Marcha de La Vida en Italia

El 10 de noviembre tuvo lugar en Merano (Tirol del Sur) la primera Marcha de La Vida en suelo italiano, con motivo del aniversario de la noche del pogromo de 1938. El acto fue organizado por Christian Hartmann, de Tirol del Sur. El objetivo de la marcha era enviar una señal firme contra el antisemitismo y el odio a Israel y expresar solidaridad con la comunidad judía de Merano y de todo el mundo.

El acto comenzó en la plaza Pfarrplatz de Merano, donde se reunieron unos 70 participantes de todo el Tirol. Desde allí, los participantes, incluidos los miembros de la comunidad judía de Merano, que se mostraron muy agradecidos por el apoyo y la clara señal contra el antisemitismo, marcharon hasta la sinagoga de Merano. El acto de cierre tuvo lugar en la antigua sinagoga y se caracterizó por la gratitud y la apreciación mutua.
Elischeva Rossi Borenstein, Presidenta de la Comunidad Judía de Merano, expresó en su discurso su gratitud a los organizadores.
Destacó la importancia que tienen para la comunidad judía estas muestras de solidaridad y recuerdo, especialmente en vista del creciente antisemitismo actual. El momento culminante de la noche fue El Male Rachamim, una oración por las almas de las víctimas de la persecución, cantada por el cantor de la comunidad judía. Este gesto, profundamente arraigado en la tradición judía, conmovió a muchos de los presentes y subrayó la importancia del recuerdo durante la marcha. 
El pastor de Merano Timm Harder dio un discurso contundente en el que se expresó claramente en contra de la «teología de la sustitución» en la iglesia, una doctrina teológica que niega la elección de Israel. Harder subrayó que los cristianos deben honrar al pueblo judío y a Israel, ya que son el pueblo elegido de Dios en el sentido bíblico, y presentó una justificación teológica de la importancia de valorar a Israel.

Ari Bittner, representante del movimiento Marcha de La Vida, en su discurso  hizo un llamamiento a no ocultar más el antisemitismo en la propia familia y subrayó la necesidad de hablar abiertamente de la culpa del nacionalsocialismo y de enfrentarse a la verdad. Anna Rager habló de cómo su propia familia estuvo involucrada en crímenes contra judíos durante la época del nazismo. Expresó su consternación por la historia de culpabilidad de sus abuelos y la importancia de asumir la responsabilidad personal y contar la historia. Junto con Kim Kasch, concluyó cantando la canción «Am Yisrael Chai» como declaración del derecho de Israel y del pueblo judío a existir.

La primera Marcha de La Vida en Merano marcó un importante acontecimiento en Tirol del Sur y envió una clara señal contra la hostilidad hacia los judíos y el odio a Israel en Italia. La participación y los discursos subrayaron la solidaridad con la comunidad judía y destacaron la importancia del recuerdo, la reconciliación y la voz a favor de Israel. Están previstas otras marchas en Italia. Justo un mes después, el 15 de diciembre, tuvo lugar la Marcha de La Vida en Vo, cerca de Padua..

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