Más de 1.500 participantes festejaron el 75 aniversario del Estado de Israel en las calles de Jerusalén el 16 de mayo de este año. Con el lema “Mi Shoah le Tkuma”, los representantes de 30 naciones mostraron su amistad hacia Israel y se opusieron al silencio sobre el antisemitismo. Entre ellos había muchos descendientes de jerarcas nazis.
La Marcha de Las Naciones comenzó en el Parque Sacher y se dirigió por el norte de Jerusalén hasta la Plaza Safra, frente al Municipio.Fue dirigido por los sobrevivientes del Holocausto de Israel, Arye Itamar y Gita Koifman, y dos descendientes de nazis de Alemania Lisa Besteck y Anna-Suzette Pfeiffer. Los participantes llevaban remeras y globos en azul y blanco. También llevaban banderas de Israel y banderas de los países y los nombres de las ciudades donde ya se han celebrado Marchas de La Vida este año. Muchos ciudadanos de Jerusalén saludaron con alegría a la marcha en su ciudad: la gente vitoreando desde sus balcones y observaban los bailes en las calles.
El Presidente y fundador del Movimiento Marcha de La Vida, Jobst Bittner, dijo en la ceremonia de clausura en la Plaza Safra, frente al Municipio: “La fundación del Estado de Israel es uno de los más grandes milagros de nuestro tiempo”. Sin embargo, el país se encuentra en medio de una de sus crisis más grandes y está expuesto a ataques casi diariamente. “¡Israel, estamos contigo! Israel, ¡no estás solo!” Este es el mensaje de los participantes de la Marcha de Las Naciones.
El Presidente de Israel, Isaac Herzog, dio la bienvenida por adelantado a la marcha en una carta, subrayando el “inquebrantable apoyo moral a nuestro Estado”. La vicealcaldesa de Jerusalén, Fleur Hassan-Nahoum, describió el trabajo de conmemoración del movimiento Marcha de La Vida como sin precedentes. ” Ustedes corrigen algo que estaba tan equivocado con tanto amor y empatía”, dijo. Cada año de nuevo, dijo, se siente orgullosa de recibir a la marcha. El Presidente de la Agencia Judía, Doron Almog, se dirigió a los participantes en un mensaje de vídeo. La Marcha de La Vida no se limita a expresiones de solidaridad, sino que muestra acciones.
Numerosos discursos estuvieron acompañados de música y danza. El grupo Be’er Sheva y el grupo de danza YC Dance llegaron desde Tübingen/Alemania, donde se originaron las Marchas de La Vida en 2007.
El músico israelí Yair Levi interpretó su canción “Refa Na” (“Cúrala”) junto con un participante alemán.
Al principio lo escribió para su abuela. Una traducción al alemán como muestra de sanidad entre el pueblo alemán y el judío le fue difīcil al principio. Friedhelm Chmell, el traductor de su canción, es descendiente de nazis. Su abuelo organizó la deportación de los judíos de Antwerpen. La amistad de Yair y Friedhelm representa la reconciliación a través de la verdad.
Otros descendientes de nazis contaron la participación de sus familias en el Holocausto. Tras aceptar la verdad sobre sus historias familiares, ya no quieren quedarse callados. Varios centenares viajaron desde diferentes ciudades de Alemania. Según las encuestas, la mayoría de los alemanes cree que entre sus antepasados hubo más bien víctimas que victimarios. Además, uno de cada cinco cree que su familia ayudó a judíos durante el nacionalsocialismo. Quienes investigan se encuentran con una realidad muy distinta. La buena situación de los archivos en la República Federal permite echar un profundo vistazo al capítulo más oscuro de la historia. Casi todas las familias alemanas participaron activamente en el Holocausto. Los participantes alemanes hablan abiertamente de los hechos concretos de sus antepasados. Ellos asumen la responsabilidad y piden perdón por su propio desinterés y silencio, a veces durante décadas.
Otros participantes llegaron de Estados Unidos, Suiza, Austria, Polonia y Hungría. También desde China y de la República Dominicana, unas 150 personas han viajado a Israel especialmente para la marcha. En una conferencia anterior, trataron juntos el tema del silencio en sus familias, iglesias, ciudades y países. Muchos de ellos ya realizan Marchas de La Vida anualmente en sus países alrededor de Yom HaShoa. En tiempos de creciente antisemitismo y con Israel bajo fuego, es especialmente importante que el recuerdo del pasado y la amistad con Israel no permanezcan pasivos e invisibles.
Al final, representantes de Burundi, Paraguay, Perú, China, Turquía, Bielorrusia, Ucrania, Indonesia, Gran Bretaña y Polonia proclamaron en sus respectivos idiomas su inquebrantable amistad con Israel: “¡Israel, no estás solo!”.
En total, decenas de miles de personas de todo el mundo están rompiendo el silencio y motivando a otras a hacerlo. En Jerusalén, salieron juntos a la calle como una poderosa señal contra el antisemitismo y a favor de Israel.
La Marcha de La Vida se origina en una iniciativa de Jobst y Charlotte Bittner, de Tübingen, y comenzó con una marcha conmemorativa desde las montañas de Swabia hasta Dachau. Desde entonces, se han realizado marchas en cientos de ciudades de más de 25 países. Bajo el lema ” Conmemorar – Reconciliar – Poner una señal”, la Marcha de La Vida quiere dar voz a los sobrevivientes del Holocausto, hacer posible la reconciliación entre los descendientes de los autores y de las víctimas, y enviar una señal clara contra el antisemitismo moderno y a favor de Israel. Hace cinco años, 6.000 personas participaron en la primera Marcha de Las Naciones en Jerusalén.
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